Tanto en la arquitectura como en el interiorismo, existen ciertos factores, como el hecho de utilizar luz cálida, luz neutra o luz fría, que transforman por completo cualquier espacio y que ofrecen infinitas posibilidades para crear ambientes muy diferentes.
Utilizar la temperatura de color de la luz es sin duda una de las mejores formas de crear ambientes completamente distintos en un mismo lugar y conseguir, por tanto, que los espacios se adapten a las personas y sus necesidades en cada punto del día.
En este sentido, la luz fría es una de las más utilizadas en muchos ámbitos y espacios concretos, y aquí te explicamos todo lo que debes saber sobre ella para saber cómo y cuándo aplicarla en tu proyecto.
¿Qué se considera luz fría?
La luz blanca se divide en tres tonalidades: luz cálida, luz neutra y luz fría, y se mide en grados Kelvin. Mientras la luz cálida se encuentra por debajo de los 3.300 k y la neutra sobre unos 4.000 K, la luz fría se encuentra a partir de los 5.000 k.
La luz fría es percibida por el ojo humano con tonos más azulados, resultando más estimulante que la luz cálida con tonos rojos o anaranjados, y es precisamente por eso por lo que se recomienda su utilización en espacios donde se requiere concentración y una mayor visibilidad y claridad. En este sentido, la luz fría sería la más indicada en lugares como hospitales, bibliotecas y oficinas, entre otros.
¿Cuál es la diferencia entre luz cálida y luz fría?
Si bien la luz fría, como hemos comentado, resulta estimulante, la luz cálida provoca sensaciones totalmente contrarias en las personas. Y es que la luz cálida transmite tranquilidad y relajación y convierte cualquier lugar en acogedor.
Es por eso por lo que la luz fría no se utiliza en estos espacios, ya que su función y utilidad no tiene nada que ver con la relajación, sino más bien con la visibilidad, la concentración y el hecho de aportar una iluminación que evite la fatiga y la vista cansada.
Por lo tanto, los ámbitos de aplicación de la luz fría y cálida son muy diferentes, quedando la segunda reservada para lugares como restaurantes, hoteles, salas de espera, zonas comunes, salones, etc.
¿Cómo convertir la luz fría en cálida?
Mas allá de las manualidades que se pueden hacer para transformar luminarias de luz fría en luz cálida de una forma barata y casera, existen algunas luminarias led inteligentes que permiten ser reguladas, cambiando incluso la temperatura de color según las necesidades que se tengan en cada momento.
Los sistemas de control y regulación de las luminarias permiten no solo cambiar manualmente de luz fría a luz cálida cuando sea necesario, sino incluso establecer escenas con la temperatura de luz exacta para cada actividad u hora del día.
Cómo usar luz fría
Aunque hasta hace unos años la luz fría se utilizaba para prácticamente cualquier espacio, independientemente del ambiente que se quisiera crear, hoy en día está limitada a ciertos lugares concretos donde su utilización resulta muy útil y cómoda como:
- Oficinas
- Espacios de trabajo
- Laboratorios
- Hospitales
Lo que estos lugares tienen en común es la necesidad de contar con una visibilidad suficiente y una iluminación que favorezca el buen rendimiento, la concentración y evite a toda costa la fatiga visual.
Aunque existe cierta tendencia aún a utilizar luz fría en muchos espacios diferentes a los mencionados, no se trata de algo recomendable para viviendas, ya que el ambiente que resulta al utilizarla es distante e incómodo en ciertos lugares. Esta luz fría, por lo tanto, queda limitada por normativa a zonas especiales muy concretas.
¿Sigues teniendo dudas sobre cómo utilizar la luz fría en tu proyecto? ¡Contáctanos! En Faro Barcelona somos expertos en iluminación en todo tipo de espacios y conocemos a la perfección las características y aplicaciones tanto de la luz fría como de la luz cálida y neutra. Consúltanos cualquier duda y te asegurarás un espacio funcional con el máximo confort visual.