Con el otoño la luz empieza a cambiar y nuestro hogar necesita mantener la calidez y el confort que provoca la luz.
La luz es un elemento importante en la decoración ya que gracias a ella podemos llenar de vida una habitación, resaltar los elementos e incluso influye en nuestro estado de ánimo. Hay habitaciones en las que pasamos más horas y otras en las que necesitamos un espacio óptimo para trabajar o estudiar.
Debemos plantearnos qué es la adecuada a cada espacio. La iluminación general debe ser uniforme y sin sombras. Una iluminación tenue pero suficientemente intensa como para suplir la falta de luz natural. Además, necesitarás reforzar ciertas zonas con luz puntual o de ambiente como, por ejemplo, alguna sobremesa en el salón o bien alguna lámpara de pie en una esquina un poco más oscura que el resto.
Las diferentes luminarias correctamente combinadas pueden llenar de vida cualquier estancia. Los colgantes presiden la habitación, los pies de salón dan flexibilidad y dinamismo ya que pueden ser cambiados de lugar para redecorar el espacio y los apliques dan notas de luz indirecta y evitan la sobre iluminación.
Cada hogar tendrá unas necesidades u otras, para ello os recomendamos que tengáis en cuenta qué tipo de luminaria necesitáis i la temperatura de la luz; así conseguir una iluminación óptima para vuestro hogar será mucho más sencillo.